En danza contemporánea la idea generalizada es que el espectador tenga que construir, si lo desea, el concepto de la obra presenciada pero en este caso me propongo captar a un público específico: los adolescentes de entre 16 y 19 años.
La obra está pensada, en principio, para ese público desde los textos elegidos (algunos integran programas curriculares) hasta la temática que es interesante para esa etapa de búsqueda, interna y externa, así como también la estructura ya que el espectáculo terminaría con un intercambio de ideas, emociones etc., para que de esta manera los estudiantes puedan expresarse y manifestar sus ideas y sensaciones despertadas por la obra. Permitiéndoles reflexionar en voz alta y compartir sus inquietudes tanto sobre el contenido como sobre la creación, la puesta en escena del espectáculo.
Esto no significa que sólo los estudiantes de artístico puedan asistir, sino que está dirigido a todos los estudiantes del liceo convocado, pero sí es importante que los que optaron por artístico tengan la posibilidad porque muchas veces son personas interesadas en el arte pero que poco y nada han ido a presenciar espectáculos escénicos y menos de danza contemporánea.
El viaje tiene un doble objetivo: por un lado acercarlos a una obra reflexiva y emotiva de danza y por otro promocionar la danza contemporánea para un público sensible pero poco adepto a ella.